Adoptar tecnologías
de nube se ha convertido en una estrategia común entre organizaciones de todos
los sectores en su camino hacia la transformación digital. Los beneficios son
evidentes: negocios que maximizan todo lo que la nube tiene para ofrecer con
frecuencia ven una mejora significativa en la productividad.
Sin embargo, no
es una jornada sin tropiezos y las organizaciones que fallan en la preparación terminarán
frecuentemente dando un paso adelante y dos
atrás. Migrar a la nube presenta una serie de riesgos de seguridad e implementación
que deben ser resueltos si se quiere
realmente tomar ventaja de la tecnología. La implementación de cualquier nueva tecnología
a menudo presenta muchos “bugs” con los que se tiene que lidiar. Si se ignoran
estos asuntos, los negocios se pueden encontrar víctimas de hackers que capitalizarán
cualquier resquicio en la armadura de la organización.
Así, a medida que
las organizaciones transitan a la nube, enfrentan una serie de retos estratégicos.
¿Hasta qué grado se adoptan plataformas híbridas multi-nube? ¿Cómo mantener
seguros los datos? ¿Cómo pueden adoptar una cultura progresiva que les permita
mantener la seguridad de TI e impulsar la productividad?
Vea el artículo
completo de Iain Shearman aquí
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